Alboraya, sede GIFF y ciudad abierta al geocaching

Publicado el Viernes, 29 Septiembre 2017 Escrito por RIHERPE
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Mi nombre en este mundo es “riherpe” (sí, con minúsculas), acrónimo de RIcardo HERranz PEris, usuario de Geocaching desde septiembre del 2.008 (si mal no recuerdo, que la edad ya no perdona en los recuerdos). Desde hace algo más de cuatro años, asenté mi residencia oficial en Alboraya, un hermoso pueblo de la Huerta Norte de Valencia, pegado a la misma capital por uno de sus flancos, pero rodeado de una inmensidad de huerta por el resto. Se trataba de un pueblo pequeño (unos 10.000 habitantes en su casco urbano), donde se respiraba un aire de camaradería entre sus vecinos y de cercanía en sus comercios. Un pueblo de gente llana, gente del campo, con la ventaja que le da estar a menos de 100 metros de la gran ciudad.

Vistas de la Huerta de Alboraya
(Vistas de la Huerta de Alboraya)

A todo ello hay que añadir mi carácter investigador y curioso por naturaleza, una consecuencia de mi afición a la escritura, o quizás su causa, que pronto me ayudó a integrarme en la población y a conocer un poco más sobre el entorno que me rodeaba y de sus curiosidades. En consecuencia, una idea germinó en mi cabeza: realizar una modesta serie de Geocaching sobre el pueblo y sus huertas.

Poco a poco el proyecto fue creciendo en número de cachés, cada vez buscaba un punto más de calidad y de entretenimiento para el jugador. Así nacieron los personajes de Pardillo y Mezquino (alias que poco a poco me han ido asignando a mí mismo por mis maquiavélicas ideas), miembros del C.S.I. Alboraya (Casos Sin Importancia), una divertida pareja de detectives, que no se aguantan entre ellos, pero que se necesitan para resolver las más disparatadas investigaciones. De la mano de estos personajes fueron saliendo Misteries nocturnos, Wherigos y demás juegos de investigación cómica.

Primer caso C.S.I. Alboraya
(Primer caso C.S.I. Alboraya)

Un trabajo de mucho cariño para el que buscaba contenedores especiales, llamativos y que recompensasen al buscador tras sus arduas aventuras. Debido a que en ciudad es difícil esconder cosas grandes y que la huerta es plana, casi sin árboles para protegerte, me vi en la necesidad de pensar una alternativa para conseguir mi objetivo. Y directamente me arriesgué por ir a lo grande; busqué en Facebook el perfil del Alcalde de Alboraya y le envié un mensaje (sin conocerlo de nada).

Le expliqué que tenía en mente la creación de una serie de juegos instructivos sobre el municipio, que podían ayudar a explotar el potencial turístico de la localidad y que lo único que requería del Ayuntamiento era obtener permiso para esconder “algo” en “algún sitio concreto” (me disculparéis que no quiera hacer spoiler de mi propio trabajo). Sorprendentemente para mí, el señor Alcalde me respondió con presteza, dirigiéndome a la coordinadora de concejalías para explicarle mi proyecto y ver qué posibilidades tenía y qué departamento podría ayudarme mejor.

El Vampiro Visantico

(El Vampiro Visantico: Un paseo nocturno de humor negro por Alboraya)

Tras la primera reunión física en el Ayuntamiento, la coordinadora quedó muy interesada en lo que le contaba sobre el Geocaching (a veces pensamos que todo el mundo nos mira como a raros, pero la verdad es que a muchos les damos envidia) y me solicitó que presentara un pequeño Dossier con todo el proyecto, necesidades y objetivos, para estudiarlos con los diferentes miembros implicados (juventud, cultura, turismo, deporte, vías públicas, etc.).

Así nació el concepto que decidí bautizar como “Alboraya Geocaching Friendly”, ciudad abierta al Geocaching, una cooperación entre el ayuntamiento y mi propia persona para potenciar el Geocaching en la localidad como un recurso de ocio familiar y un atractivo turístico. Un proyecto por el que me comprometía a la creación de “juegos interactivos” (vamos, de cachés) de contenido cultural y turístico (o al menos con algún trasfondo) a cambio de la colaboración de la corporación municipal favoreciendo la colocación de contenedores “especiales” en ciertos lugares públicos (o municipales).

El proyecto fue acogido de muy buen grado y la mayoría de propuestas que lanzaba (siempre lógicas y asequibles) salían adelante. Mi sorpresa real vino cuando “escondí” el primer caché tras el acuerdo, puesto que sólo tuve que entregar en el ayuntamiento el contenedor, decir exactamente qué es lo que quería, dónde y cómo había que colocarlo y las propias brigadas se encargaron de esconder por mí.

Los cachés fueron creciendo en calidad y en número y se decidió hacer un plano de la ciudad (tamaño gigante) con los puntos de partida de cada juego, QR al listing y colocarlo en una marquesina publicitaria a la entrada del pueblo. El proyecto iba viento en popa y cada vez con mayor apoyo, hasta se hizo con una sección específica en el apartado de turismo de la web municipal. El conocimiento de este tipo de cachés en la población, rápidamente se fue difundiendo y atrayendo a más visitantes. Hasta que un día se cruzó NaxoMenX en mi camino.

Cartel oficial Alboraya Geocaching Friendly
(Cartel oficial Alboraya Geocaching Friendly)

Naxo era un muchacho nuevo en esto del Geocaching, que necesitaba mucha orientación pero que se le veía con grandes ideas. Como su ámbito de actuación era muy cercano al mío y sus aficiones muy similares por lo que descubrí en sus primeros cachés, acabamos conociéndonos. Descubrí a un joven (con edad para ser mi hijo) lleno de entusiasmo, de vivacidad y, sobretodo, de cordura. Estudiante de cine, cuando descubrió que GeocachingHQ (por aquel entonces Groundspeak) iba a lanzar un nuevo tipo de eventos denominados GIFF (Geocaching International Film Festival) se encabezonó en intentar hacer uno. Pero le faltaban los recursos y la experiencia. Ahí es donde entré yo en el GIFF, a través del proyecto de Geocaching Friendly.

Cartel primer evento GIFF Alboraya 2015
(Cartel primer evento GIFF Alboraya 2015)

Juntos conseguimos un local y un equipo para la proyección e hicimos un primer festival que reunió a un centenar de asistentes. El poder de atracción del proyecto de Ciudad Abierta sobre los geocachers ya daba sus frutos. El primer festival, como todo comienzo, tuvo sus carencias, pero de él salió un grupo de compañeros dispuestos ayudar para que al año siguiente todo saliese mejor. ¿Año siguiente? ¿Repetimos esto otra vez entonces? Tras juntarnos todos los voluntarios, se pactó luchar por consolidar el GIFF ALBORAYA como un evento de carácter anual y, ya puestos, por hacer un proyecto de corto para presentar en el propio Festival, ya que no habíamos visto ningún finalista español en ninguna edición (ni abierta a sedes ni a través de la Block Party de Seattle).

Foto grupal Evento GIFF 2015

(Foto grupal Evento GIFF 2015)

Con un equipo a mis espaldas de 9 geocachers, voluntarios pero altamente profesionales y dedicados a ello, conseguimos que nuestro primer cortometraje alcanzase el hito de convertirse en el primer corto español en clasificarse para la final del GIFF. Con la emoción del resultado y los apoyos recibidos, nos volcamos en conseguir un evento realmente diferente, reuniendo a casi 200 personas en el segundo Festival GIFF de Alboraya. Allí se cuajó una declaración de principios, volver cada año con más y mejor.

Con las autoridades
(Con las autoridades: Coordinadora Municipal, Alcalde de Alboraya, riherpe, Concejal de Juventud y Alfred Picó – actor valenciano que apadrinó el GIFF2016-)

La dimensión que estaba tomando el proyecto Ciudad Abierta, iba escapándose del control de un único grupo de amigos. Se empezaba a necesitar espacios municipales para albergar los Festivales, partidas presupuestarias para poder desarrollarlos en condiciones, organizar cursos y talleres para los jóvenes, jornadas de participación ciudadana y mucho más. Todo ello requería de una figura institucional que permitiese al Ayuntamiento la cesión de espacios, la aportación económica a eventos y la apertura a otras organizaciones locales, lo cual se gestionó mediante una Organización sin ánimo de lucro formada por diez compañeros geocachers de la ciudad de Valencia y área metropolitana, cuyo campo de actuación principal sería la localidad de Alboraya, el municipio que había abierto las puertas a las nuevas propuestas del Geocaching.

Giffy
(Giffy: Mascota oficial AlboGIFF Team)

Así nació AlboGIFF, una asociación sin ánimo de lucro formada por un total de diez socios (entre numerarios y no numerarios) dispuestos a trabajar durante todo el año por un objetivo común: el de  la asociación. Ésta está formada por: riherpe, NaxoMenX, Boret, pequenaruth, Carlos_CGA, Xmetraya, Mancusina, Fitimollas, Salvacañete y Alejete, un grupo de compañeros y amigos dispuestos a contribuir en el Geocaching valenciano, español e internacional en todo lo que se necesite, a pesar de que casi siempre tiene implicaciones económicas para sus miembros. Los objetivos de AlboGIFF son claros y se encuentran definidos en sus estatutos: la creación de juegos interactivos basados en la geolocalización, la difusión del Geocaching e implicación social, la grabación de cortometrajes y, por supuesto, la celebración anual de Eventos GIFF.

Muchas veces se ha oído decir, a nosotros los primeros, que el GIFF Alboraya no es un evento habitual, que es diferente, lo que hará preguntarse a la gente el porqué de esa afirmación. La concepción inicial del GIFF no es la de un mero encuentro de Geocachers, sino la creación de un Festival real de cine en la localidad de Alboraya y como tal se prepara y se proyecta.  Un Festival que, año tras año, vaya creciendo. Que su esencia principal sean los cortos sobre Geocaching, pero abierto a nuevas modalidades de cine, con subespecialidades y concursos propios sobre cortometrajes de otros estilos para la sociedad española en general. Un Festival de Cortometrajes donde el Geocaching sea el principal eslabón pero que muestre otras disciplinas al público. Un público que, por cierto, no ha de tener la exclusividad de ser miembro de Geocaching.com, un público abierto a toda la sociedad.

Este proyecto tiene unas implicaciones organizativas y de calidad que lo difieren, por su propia concepción de otros eventos clásicos de Geocaching: actividades previas para los infantes, recepción y merienda para todos los asistentes, tartas, comida, bebida, horchata y “fartons”. Un hermoso auditorio a nuestra disposición, con técnicos propios de imagen y sonido, doble pantalla gigante con proyección simultánea y un bar propio para el Festival. Un photocall donde plasmar tu paso por el evento, regalos, sorteos, merchandising propio, proyecciones fuera de concurso, mascota oficial, galardón de película ganadora (premio Barraca Blanca), actuaciones musicales, humorísticas, etc…

Vista parcial del auditorio durante GIFF 2016

(Vista parcial del auditorio durante GIFF 2016)

Recordemos que entre los objetivos de AlboGIFF se encuentra la grabación de cortometrajes para presentar al propio festival. Esto implica que nuestro acontecimiento siempre tenga dos proyecciones: la matinal en la que se muestra el proyecto presentado ese año (sea finalista o no) con tomas falsas, material extra, versiones extendidas y entrevistas y la jornada vespertina, en la que se proyecta el carrete oficial con los finalistas del Festival. Adicionalmente, se ofrecen actividades externas al Festival para poder llenar al máximo tu agenda del fin de semana y disfrutar de unos días en esta localidad hermosa del mediterráneo.

Proyección del primer corto español finalista en el GIFF

(Proyección del primer corto español finalista en el GIFF)

En definitiva, se trata de un Festival en el que la gente se queda con ganas de repetir. Al que acuden compañeros de Alicante, Castellón, Murcia, Albacete, Cuenca, Andalucía, Cataluña... En el que este año se esperan unos 250 asistentes reales, con autobuses fletados para asistir en grupo, con agendas reservadas desde hace meses. Un evento con alma de MEGA. Y es que, como se ha ya en otras ocasiones, uno de los objetivos de AlboGIFF y lograr un evento Mega basado en el GIFF. Pero un MegaGIFF real, con una asistencia real superior a 500 asistentes, no con 500 “Will Attend” que posteriormente no se materializan.

Por ello nuestro esfuerzo se vierte en conseguir que todo aquel que venga al GIFF Alboraya desee volver. Desee contarle a sus amigos lo que ha vivido y atraerlos a nuevas ediciones. Un Festival que logre reunir a más de 500 personas delante de la pantalla para ver cortos sobre Geocaching de todo el mundo. De ahí que no pedimos “Will Attend” masivos, si no que pedimos que VENGAS.

Para ir finalizando (por fin), sólo deseamos animar al resto de Geocachers a intentar desarrollar proyectos similares propios en su entorno, a lograr la declaración de más ciudades abiertas al Geocaching. Nuestro proyecto ha llegado a GeocachingHQ y ha sido tomado con muy buenos ojos, pero quizás con más proyectos similares se obtenga alguna clase de reconocimiento oficial (no sé de qué tipo). A nadie hay que negar que este tipo de proyectos facilita cualquier acción futura de Geocaching en el entorno, nos da visibilidad y permite que la actividad se implemente en la sociedad, con un mayor respeto de la sociedad hacia nuestra afición y una mayor implicación de nosotros por nuestra sociedad. Pero en contra, el esfuerzo necesario es descomunal, tanto en tiempo como en aportación personal y económica. Se trata de un proyecto que absorbe casi el 100% de tu tiempo libre y que debes estar dispuesto a asumirlo.

En nuestro caso, Alboraya se ha centrado en enfocar su actividad geocachera en la consolidación del evento GIFF como un Festival real de Cine. Otras ciudades pueden hacer suyos proyectos muy interesantes que atraigan el foco de atención sobre sus tierras. Algunos ejemplos que me vienen a la cabeza serían: eventos CITO sobre Parques Naturales, no sólo de limpieza sino también de restauración de caminos, de espacios y/o hábitats naturales mediante reciclaje; voluntariados o tareas comunales para mejorar un entorno; talleres y exposiciones sobre Geocaching; los clásicos MEGA pero con una temática local o con un punto de vista diferente al estándar; Festivales de Arte, Teatro, Música, Humor, a todo se le puede dar enfoque geocacher; o cualquier idea innovadora que permita revolucionar el Geocaching en general.

Como despedida, sólo indicar que el futuro del proyecto “Ciudad Abierta” es incierto, puesto que sólo se ha gestionado con un único equipo de gobierno municipal, por lo que no sabemos cómo responderá un equipo diferente en el Consistorio Municipal. Sin embargo, el objetivo es implicar a la asociación con los vecinos, aportando cursos y talleres, actividades extraescolares y un festival para el pueblo, de manera que el Geocaching se convierta en una opción de ocio y cultural para los propios vecinos y que futuros equipos de gobierno municipal sigan viendo los beneficios y los aportes que este proyecto traen a la gente de su municipio y de la proyección e imagen que conlleva de cara al exterior.

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